Llega el momento de la despedida, el cansancio hace mella, pero aquí estamos, vivos para contarlo, o al menos intentarlo. De camino la lluvia volvió a hacernos temer por otra jornada dominada por el agua, pero finalmente todo fue un mal espejismo, y pudimos disfrutar de una intensa jornada, so sí, dominada por el barro y las goteras del Pandemonium que a veces se colaban en nuestras bebidas. Me refería antes al cansancio, tres día de conciertos, doce horas de trabajo duro me pasaron factura en forma de una bajada de tensión que padecí en el silencio de mi coche en el aparcamiento, afortunadamente, tras unos cuarenta y cinco minutos de reposo pude iniciar la jornada, aunque los primeros shows aparecen un tanto desdibujados en mi memoria, no me lo tengan en cuenta.
Queríamos que nuestra primera cita fuesen los debutantes Her Anxiety, pero aún era temprano según el horario que poseíamos, por lo que nos dirigimos al Ritual Stage, donde Balmog comenzaban su descarga de adrenalina y death metal desde Soutomaior, como dicen ellos. Una vez más el buen sonido hace que podamos disfrutar de su fuerza, insisto en lo del buen sonido porque es fundamental, y sobre todo en estos estilos oscuros e incluso hasta un tanto deprimentes, hace que puedas percatarte de los matices y detalles, muy bien por los gallegos. Dejamos el recinto principal para acudir a nuestra cita con Her Anxiety en la otra punta del festival, en el Desert Stage, a esas horas atravesar el recinto era como una travesía del desierto, pocos éramos los valientes que se atrevían a entrar en tan inhóspito valle para llegar a ese desierto, cuando el sonido de la banda ya atronaba el P.A. Apretamos el trote pues se suponía que debía empezar quince minutos más tarde, pero no al igual que Balmog, comenzaron su descarga a las 13:30 por lo que no pudimos hacernos un juicio de valor sobre lo que desplegaron, una lástima, pero tengo que dejarlos sin reseñar, aun así alguna instantánea pude tomar. De nuevo otra travesía del desierto con dirección al Main Stage, allí nos esperaban Bolu2 Death, con su crossover de estilos incluyendo lo que ellos denominan flamencore, ese metalcore con reminiscencias flamencas cuando menos curiosas, sonaron correctos sin que este humilde reportero le pareciera nada del otro mundo, trataron de animar al público que ya iba tomando posiciones para lo que se avecinaba y poco hacia falta para realizar un circle pit o cualquier otra interacción. les asignaremos un bien alto, por su empeño en hacernos pasarlo bien.
Llegados a este punto aclarar, como casi siempre, que estas valoraciones a veces pueden no parecer justas, o desafortunadas, unas veces por desconocimiento, otras por falta de entendimiento de lo que veo, otras porque simplemente no me gusta lo que veo, pero no se puede gustar a todo el mundo todo el tiempo. La música me hace sentir cosas y esas cosas no siempre son positivas, pero nunca serán negativas a pesar de lo que se pueda deducir de mis palabras.
Pasamos de nuevo al Ritual, donde Lovebites se preparan para su descarga, probando sonido y se intuye lo que las japonesas están a punto de ofrecernos. Powermetal con letras en mayúsculas, aunque suene retrógrado, uno no se espera semejante descarga con su aspecto delicado y acicaladas como si fuesen a una boda, pero al margen de ello solo podemos decir que se agradece que otros sonidos se intercalen entre tanta bestialidad, la mayoría de gran calidad eso sí. No sabría exactamente qué destacar de las niponas, si su técnica, si las composiciones, si las interpretaciones o el excelente sonido con el que nos deleitaron. Sobresaliente cum laude y honoris causa o todos los galardones que se puedan dar, incluso el de MVP del festival, lástima que se nos hizo tan corto, porque fue realmente corto y se nos hizo más corto aún.
Slaughter to Pravail no puedo juzgarlos, hay quien me dijo que fue bestial, que se realizo el wall of death más grande de la historia, los circle pits más espectaculares, pero este viejo rockero no puede con tanta bestialidad y aprovechó para comer algo mientras paseaba por el resto del festival e incluso volver al Main para el final de los rusos y tomar alguna fotografías del público asistente, y porque no reconocerlo, tomar posiciones para las japonesas Baby Metal, me podía la curiosidad por comprobar en directo lo que había visto y escuchado durante las semanas previas, un descubrimiento hecho por mi hija y que de alguna manera me cautivó. Es de reconocer que este año la organización ha buscado atraer a público más joven y combinarlo con las generaciones más talluditas, algunos lo consideran un acierto, otros venderse al capital y dejar atrás la esencia del festival, está claro que no siempre se puede contentar a todo el mundo, y mucho menos en este país en el que todo parece ser que es blanco o negro, olvidándonos que siempre hay una inmensa gama de colores por medio que a algunos nos dan la vida, y si conseguimos que algunos abandones esos extremos insulsos y monocolores, habremos ganado.
Durante la espera pudimos escuchar a los americanos Shadow of Intent, pero no podría asegurarlo, bueno, si que eran ellos pero no puedo asegurar que los escuchase, la tensión volvía a jugarme una mala pasada y mis esfuerzos se concentraban en no desplomarme ni perder mi lugar entre el público, ya bastante difícil es trabajar en condiciones normales, pero cuando la expectación creada por Baby Metal es tan grande, que después de los rusos muchos asistentes ni se inmutaron y permanecieron en sus posiciones. Su espectáculo comienza con esa disertación tipo star wars y da paso a un muro sónico impresionante, es de agradecer, para los bajitos como yo, que salieran subidas en una plataforma, de esta manera pudimos ver parte del circo que montan alrededor de su música. Coreografías estudiadas, sonrisas por doquier, pero el sonido de sus voces quedó diluido entre el de la música, es curioso que unos grupos sonasen bien y otros no tanto en el escenario principal. Después de recibir varios golpes de surfistas que no sé ni por donde venían, opté por abandonar mi posición en busca de una zona más tranquila. Todo llegó al paroxismo cuan los miembros de Electric Callboy se subieron para interpretar RA TA TA TA, mezclando sus estilos en una canción, a mi juicio y dentro de lo que es su discografía, la de ellas, olvidable y prescindible, pero que en directo funciona. Les asignamos un notable bajo.
Para notable la actuación de Knosis, que no siendo de mis favoritos, ese género mezclando tantos estilos en un metalcore experimental, sí al menos curiosos y con una interpretación de muchos quilates por parte de esta banda japonesa, les asignamos un notable.
Aguardábamos la presencia de otro de los 'grandes nombres' sobre el Main Stage, pero se me diluyó ese interés por Electric Callboy a la tercera canción, habían convertido el escenario principal en una enorme rave con sonidos electrónicos y demás artificios, pero ya lo comentamos antes, hay que atraer a las nuevas generaciones para asistir a esta fiesta, y con los alemanes parecía garantizado, no tanto así con los veteranos. Sin calificar. Y así es como me fui buscando algo que llevarme a los oídos mientras aguardaba por mis venerados... y llegué de nuevo al 'desierto' para descubrir otro de los sobresalientes de la jornada, los ingleses Green Lung, sin grandes estridencias nos ofrecen ese hard/heavy muy de los setenta u ochenta, pero muy actualizado, por eso suenan tan bien y hacen que uno se interese por su música. Una interpretación sublime de lo que es saber estar y convencer sobre un escenario. un sobresaliente muy alto para ellos.
Es curioso, cuando menos, que cuando volvemos al escenario principal después del sublime momento vivido en el 'desierto', sonase El Reno Renardo interpretando su particular versión del Seek & Destroy de Metallica, quién sabe si dedicado a Mustaine, quizá alguien nos pueda sacar de dudas. Queda claro que Dave Mustaine ha dejado atrás, por fin, toda esa rabia y mal carácter del que siempre ha hecho gala, al menos en las anteriores ocasiones en las que este servidor pudo verle en directo y esto hace que se centre en ofrecernos unas buenas interpretaciones de sus canciones. Así fue, mis queridos amigos, Megadeth triunfó en el Reurrection, ¡ya era hora! sonaron potentes y llenos de coherencia, una banda muy bien empastada y con un sonido rayando la perfección, quizá un pelín bajo, pero nada que no se pudiese suplir con nuestras ganas de disfrutar. La duración un poco escasa, no les perdonaré la falta de 'A Tout Le Monde', pero la emoción demostrada durante una de las largas ovaciones de la tarde, puede llegar a suplirlo. Sobresaliente sin laude, pero sobresaliente para este veterano de mil batallas.
Nuestra presencia iba llegando a su fin, la mente se resistía a abandonar el lugar, pero el cuerpo ya había dicho basta, incluso debo agradecer a esa familia que me ofrecieron subirme en volandas para que pudiese fotografiar a Mustaine y compañía desde las 'alturas', pero que me hubiese sido imposible controlar y evitar males mayores, de nuevo: ¡GRACIAS!
Pero el subidón producido por Megadeth me invitó a continuar un poco más y darle una oportunidad a Avenged Sevenfold y me paré a escuchar a los americanos Fear Factory, pero no sé que pasó que mi mente si que se cerró en banda y no consigo recordar gran cosa, más que su poderoso sonido que cautivaba a los presentes y el gran sonido del que disfrutaban. Sin calificar, como sin calificar quedaron los californianos Avenged Sevenfold, con un heavy metal incompresible para mí, pero creo que mi mente ya se había cerrado completamente y se mostraba poco receptiva. De camino a la salida me encontré con Cro-Mags en el Chaos sembrando ese mismo caos con su Punk hardcore en su más bestial expresión, poco aguanté, y no por falta de ganas, los dejaré sin calificar también, no sería justo.
Espero que hayan disfrutado de estas crónicas de uno de los festivales más importantes y grandes del mundo celebrado en uno de los pueblos más hermosos del planeta.
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