...Por este año, sí, llegó a su fin y con él mi vida (metafóricamente hablando, claro). Con el cuerpo machado, sin apenas descansar nos enfrentamos a la segunda jornada del Peirao Rock Mugardos sin una clara referencia de lo que nos íbamos a encontrar, pero con la ilusión intacta de descubrir nuevos sonidos, nuevas bandas, nuevas sensaciones, o alguna vieja que no haya pasado de moda.
La noche comenzaba con la potencia trhash de Hour-Glass, contundentes y en ningún momento quisieron tomar prisioneros, nos destrozaron a bocados thrash, nos masticaron y nos escupieron sin ningún miramiento, no podría ser de otra manera después de asaltar el escenario como ellos lo hicieron.
En Kanekas no lo tuvieron fácil, y no conseguimos disfrutar se su potencial, pero anoche Marthyrium, sin espacio para la tregua, nos ofrecieron un recital de black metal sin concesiones, aquí es donde va la broma aquella de "a ver cuando tocan una balada de amor o de desamor", pero eso no es lo suyo, ni andarse con bromas (eso es más del público) ni medias tintas, ellos saben lo que hacen y lo hacen bien, sabéis que no es un estilo que me llame para relajarme en una lluviosa tarde de sábado frente a la chimenea, pero en directo fueron la caña, bien por ellos.
Desconocia el talento de The Night Eternal, estos alemanes "old school heavy" llegaron a Mugardos sin hacer demasiado ruido y conquistaron los corazones de todo los asistentes, el mío incluido. A pesar de sus claras influencias, eso os toca descubrirlas a vosotros, y sin que sirva como reproche, lograron crear magia sobre el escenario haciendo por momentos que el escenario no tuviese que envidiar nada a otros de mayor calado y dimensiones. Sin perder la actitud ni las buenas maneras a pesar de algún que otro problema técnico nos trasladaron a esa década dorada del heavy metal en la que todos los que peinamos canas, o no peinamos nada directamente, nos creíamos invencibles repasando mentalmente todos y cada uno de los solos de nuestros guitarristas favoritos. Gratamente sorprendidos y más que dignos cabezas de cartel.
Había que acabar esta edición en todo lo alto y que toda Ferrolterra se entarase de lo que sucedía en Mugardos y para eso se las pintaron de sobremanera Nashgul. Al más puro grindcore punkarra nos dejaron en estado de shock durante su actuación. No es un estilo que entre dentro de mis cánones, pero me lo hicieron pasar bien. Un colofón por todo lo alto para una edición por todo lo alto.
Agradecer a la organización el trato dispensado y esperamos que el año que viene se produzca de nuevo una gran edición del Peirao Rock Mugardos, al menos tan buena como esta. Muy pronto podréis ver los reportajes en nuestras redes sociales y espero editar pronto un libro conmemorativo de este evento.
Gracias Peirao Rock Mugardos.
SEGUIREMOS GRITANDO: ¡QUÉ NO PARE LA MÚSICA, QUÉ NO PARE LA CULTURA, QUÉ NO PARE EL PEIRAO ROCK!