Es un día cualquier. ni siquiera es día 11 del 11, pero por casualidades de esta vida que nos ha tocado, comenzamos la entrevista a las 11 y 11 de la mañana de un día no muy lejano de noviembre de 2023, de la que ha quedado constancia gráfica. No nos vamos a inventar nada.
Nos encontramos con Berto Satánico, vocalista de Cranio, en la sala Yggdrasil de Ferrol que eél mismo regenta y donde amablemente nos ha recibido para contestar algunas preguntas acerca de su nuevo lanzamiento discográfico 11:11, y otras cuestiones, para conocer un poco mejor a la persona y al músico.
«El Cd se muere, tío», sentencia Berto antes de comenzar la conversación, para un servidor, el CD resucitará ahora que están matando de nuevo al vinilo y no morirá, aguantará si continúa existiendo bandas que apuesten por editar su música en soporte físico, a pesar de que la tendencia es a sacar una canción al mes durante un año mediante videos promocionales y directas a las plataformas de streaming. Puntualizado esto comenzamos la entrevista. 
Entramos en materia conociendo un poco al personaje que hay detrás de la voz de Cranio. ¿Cuáles son tus primeros recuerdo acerca del heavy metal y recuerdas el primer álbum que te compraste de este estilo de música?
Bueno, antes de nada, quiero saludar a toda la peña y dar un agradecimiento muy grande a toda la gente que estáis en los medios y nos ayudáis un montón a propagar la voz, así que esa entrevista va para todos y que disfrutéis, muchísimas gracias a todos.
Bueno, mi primer recuerdo acerca del rock and roll es de mis primos principalmente, yo nací en el 79. Ellos son del 75, e iban un poco por delante, nos pasaban los discos y las cintas; después la aportación de mi madre y de mis tíos, mi padre fue muy importante, todos eran roquerillos. Ellos venían ya de lo sesenta, cogieron la época gloriosa en los setenta, ellos me enseñaron los clásicos.
En cuanto al primer disco de heavy metal con el que flipé, o llámalo como quieras, que me metió en el rollete, creo que fue un directo y era el live in París de los Guns N' Roses. Era un VHS que llegó a mis manos, me reventó la cabeza, me flipó y empecé a tirar por el rollo, después sí que hay discos que te marcan muchísimo, pero creo que lo que me llevo mi mente a crear una idea del rock y de la movida fue a partir de, a raíz de ese disco, sí, más bien un VHS.
¿Cuánto tiempo llevas metido este mundo?
Creo que desde que nací, la verdad, siempre escuché mogollón de música, en mi casa somos muy cantareiros, siempre hubo música y siempre hay música, incluso teníamos un juego que consistía en coger una melodía e intentábamos cambiarle la letra, yo lo sigo haciendo con mi hijo ahora, a él le sale automáticamente. La verdad es que desde que nací el entorno dónde me crie siempre fue muy musical.
No recuerdo realmente a la hora de decir que es lo primero que me sorprendió del heavy metal, siempre he escuchado música, música, música. Música de cada casa, de tus primos, de tus tíos. Podías escuchar música de verdad; que se ponía un vinilo y no se podía pasar las canciones, o una cinta…
O mismamente la radio…
Efectivamente…
Cosa que ahora creo que no ocurre…
Entonces era bestial, yo estaba siempre en un entorno musical, ibas a la taberna del barrio y tenían puesta la música a tope. Ahora siempre están con ese mismo disco continuamente, o el rollete que te lleve el bar, o una lista de reproducción del Spotify. De aquella la gente se preocupaba por buscar una sintonía de puta madre, o una radio guapa, o tener los discos y flipabas cuando te salían los temas que te gustaban.
Ahora que sacas el tema de las nuevas generaciones, no sé si es la palabra adecuada, ¿intentas «adoctrinar» a tu hijo en este estilo de música?
Yo creo que las cosas tienen que salir innatas, claro que el entorno influye. Yo ahora que tiene una edad, con diez años, ya empieza a venir conmigo a Resu, ya lleva dos, el primer año, no pero este año ya estaba pendiente de cuándo salían las entradas. Adoctrinarlo no lo adoctrino, pero sí que tiene la camiseta de Cranio, camiseta de Alice Cooper, tiene camisetas de King Diamond, pero porque me mola mogollón llevarlo al sembrado, pero no lo quiero adoctrinar realmente. Tampoco le enseño ningún instrumento, yo vengo de las escolas de música de Ferrol, estoy muy en contacto con los locales de ensayo de aquí de Ferrol, o sea, estoy muy en contacto con gente que sigue estudiando y estoy estudiando con esta gente seguido y haciendo conciertos. Lo podía traer aquí a las pruebas de sonido aquí a las siete de la tarde o sea meterlo o inculcarlo o obligarlo, pero no. Entonces es: cuando te llame la curiosidad tendrás un abanico muy amplio para experimentar. A su madre también le tira mucho ese rollo y eso influye también.
Además también influye el entorno en el que se desarrolla…
Al final ya lo va a llevar dentro, yo juego con él a cambiar las letras de los temas y a reírnos de las melodías de los anuncios, el tío tiene muchísimo oído, memoriza increíblemente las melodías, me las silba y digo yo pero que capacidad tiene un niño de diez años de silbártela tal cual. Va un poco en el ADN, el entorno te influye pero como yo digo, todos los hijos de futbolistas famosos son unos paquetes… (Risas)
También nos gustaría saber que nos puedes decir del Berto anterior a cráneo.
El Berto anterior a Cranio viene de tocar con Txus (Guitarra de Cranio) en una banda que se llamaba Thanatos al principio y después la llamamos Lied y mil cosas, hasta que cada uno cogemos un camino diferente. Te estoy hablando igual de cuando tenía 25/26 años, me dediqué a hacer un tributo a Barón Rojo, que fue lo que me abrió un antes y un después a la hora de como tenía concebida la música y lo que escuchaba anteriormente. Eso nos volvió locos, actualmente aunque no ensayemos, somos músicos que andamos rulando por distintas bandas, o de técnicos. Por ejemplo, Abel, es el técnico de la sala (Yggdrasil) y el técnico que viene con Cranio, era uno de los guitarristas, un guitarrista muy bueno. También la gente de Polisong que estuvieron ahí, están y estarán. Creo que nos cambió un poquito la vida a todos.
Nos enseñó a tocar, fue una cosa misteriosa, tuvimos muchos cambios de aire continuamente, fueron muchos músicos los que entraron y salieron y dejaron, a la vez nos enseñaron y te hacían percibir la música como cuando vas a clases, me enseñaron a colocar la voz, a permitir llegar a una nota más amplia, y hacer unos conciertos de unas dos horas y media, en los que me tenía que cantar como unos 20-25 temas de Barón Rojo con varias tesituras, de la época con Sherpa, la época con Carlos, temas que cantaba Armando y era brutal. Después la gente te enseña a colocar la voz afinando con las guitarras, con guitarras muy abiertas. Estudiar todo eso fue la nutrición de lo que soy a la hora de componer ahora, o la manera de cantar que tengo, y que te digan constantemente que «me recordáis a Obús, recordáis a Barón, a Pánzer», es que vengo de hacer durante casi dieciocho años este tipo de música.
Ahora vamos a hablar un poco de tus directos, este año te hemos visto tres veces y nos gustaría saber cómo es esa transformación que sufres es cuando te subes al escenario.
Como siempre digo, yo soy Berto en el bar y en la sala, un tío afable y tranquilo. Siempre fui una persona…
Pero en el escenario eres una bestia…
Bueno, ese es Berto Satánico que sale a la superficie. No es que vayamos a tope de speed, ni de ninguna sustancia, es innato, llevo haciendo el loco en el escenario desde mi primera banda, siempre me gustó estar con la gente. No me gusta hablar durante los conciertos, creo que el 95% de un show tiene que ser música, somos músicos. Si te pasas hablando, ahora que las salas te ponen 50 minutos de bolo o cosas así, diez minutos, un minuto en cada tema, ¡imagínate! Nunca me gustó esa movida, por eso vamos de un tirón. ¿Qué sucede al ir de tirón?, pues que no nos hace parar a ninguno. Edu (bajista de la banda) me lleva mucho también a esa época cuando estábamos con lo más fuerte de Satánico Plan que era el tributo a Barón, tocabas en el Fenerock, o tocabas en tal o en cual y estabas fuerte, me lleva a esa genialidad, de estar un poquito también con la peña, aparte de ser muy expresivo, pero te quería decir que no tengo un mensaje corporal muy expresivo, y que me mola mucho mover la cabeza, ¡que cojones!
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| En la sala Son de Cangas, el pasado mayo |
No podemos dejar de hablar del nuevo lanzamiento de Cranio, que ya reseñaremos más adelante, y para ello vamos con una pregunta muy directa, ¿que nos puedes decir de este nuevo disco y cuáles son las expectativas puestas en él?
Es un disco diferente, un disco que se hizo a raíz de escapar de la pandemia, de la cabezonería de no quedarnos en casa Txus y yo, de escaparnos a horas intempestivas porque nos metieron ahí en un túnel de oscuridad. Creo que casi ya no recuerdo nada; sólo recuerdo eso, escaparme al local, que nos conllevaba mover un coche, o ir haciendo el escaqueo de que te ibas paseando, te echabas tres, cuatro o cinco horas diarias en el local, porque si te podías escaquear era en esos sitios. De ahí salió, de cambiar a un nuevo batería y con el nuevo bajista. De presentar los temas a los chicos y que dijeron: «esto está de puta madre y vamos a darle el flow necesario», y un poquito de aire diferente, y la verdad que se llama 11:11, porque era el momento del cambio.
Esa iba a ser la siguiente pregunta: si nos puedes decir algo acerca del título del disco. ¿Se conmemora algo especial de la banda?
No precisamente de la banda, es en general. Es la hora de decir que 11:11 es un número espejo, es un número especial, es una puerta hacia otro lugar, es un número de esperanza, como un número también de vigilancia, un número de qué te avisan de algo, que te puede pasar para bien o para mal, o de una persona. Hay muchas definiciones en todas las culturas, pero cuando ves el 11:11, cuando empiezas la entrevista a las 11:11 es por algo. Yo lo veo como un cambio a una vida de fortuna, a un cambio de vida de tener más alegrías, tener más directos y de pasarlo mejor, sea de esa suerte que tiene que acompañar un poco las composiciones.
En el último concierto en la Sala Transylvania de Vigo donde os pudimos ver, presentasteis antes de su publicación nueve de las diez canciones del álbum y la reacción parece que fue excelente a pesar de que solo se conocían retazos de dichas canciones, ¿Cuáles fueron vuestras sensaciones tras el bolo y que planes de futuro, si es que se pueden desvelar, tenéis para tocar en directo los que queda de 2023 y el próximo año?
La verdad es que no soy consciente del setlist que llevábamos, hay temas que ya los llevábamos probados. Por ejemplo hay uno que se llama «kamikaze», ese tema iba a ser para el primer disco y nunca se metió, nunca nos acababa de molar como sonaba. De hecho lo teníamos grabado en otro estudio, gracias a un chico que construyó un estudio y nos invitó a hacer un par de grabaciones para probarlo y fuimos encantadísimos. No nos acababa de gustar la canción, esa y otras más que teníamos por detrás, para el primer disco escogimos unos temas y dejamos fuera otros. Estabamos componiendo éste, había muchos temas que ahora sí que ligaban, por decirlo de alguna manera, como era «Kamikaze», todos los ha cambiado, es el reflejo de cómo va la economía, es la tiempo en que todo el mundo come en casa, todo los restaurantes tienen un tekaway, todo ese mundo se transformó, antes de la pandemia sólo veías pizzeros y cuatro más por la calle, pero ahora hasta Burger King te lo lleva a casa. Todo cambió, ahora hay temas, que sí que entran en la visualización que teníamos del reparto siniestro, que es esa peña que se te tumba en la rotonda, se te salta el semáforo con el Vespino, que se te cruza y toda esa movida, pues ahora multiplícalo por 15 o por 25 en cada ciudad, taxis camuflados y mil movidas más que se inventaron nuevas, de ahí viene.
Sí que somos conscientes de que metimos más temas nuevos, porque íbamos estrenando un poquito del disco antes de tenerlo. Contábamos con tenerlo antes, lo que pasa es que cambian los planes, de hecho iba a salir el 11 de septiembre, después como íbamos muy atrasados dijimos: «Bueno, pues sale el 11 del 11 que es cuando tiene que salir». Pero ya había temas encajados, ya hay temas en el show corto, que vamos haciendo en salas o en los festivales. Dejas el show en 50 minutos y ya llevas temas, casi todos, del nuevo disco. ¿Por qué? Cuando escuchéis el disco os daréis cuenta del cambio evolutivo que pretende. Este es un cambio evolutivo brutal, es un flow diferente, los músicos son diferentes y eso se nota. Cuando tienes este material y trabajaste tanto tiempo, porque pasaste dos años hasta dejar atrás la pandemia, hasta que todo se normalizase y poder ahorrar un poco en los bolos para irte a un estudio, pues teníamos los temas muy mazados y ya llevábamos mucho tiempo tocando estas canciones, pero «Kamikaze» lo tocamos en directo, yo creo, desde antes del primer disco.
¿Qué planes tenéis de tocar en directo lo que queda de año y el año que viene?
Pues hay tres boletes ahí, dos o tres que te puedo contar, en diciembre, Gijón el 9 y otro el 16 en Vigo y otro el 23, pero no puedo dar más pistas, hay un festival también con unas bandas y después con (duda)… Por aquí cerca, pero es una sorpresa, no puedo decir nada que me cortan los huevos (risas).
Entonces cambiaremos un poquito de tema, ¿Que os parecen iniciativas que promueven asociaciones locales como Metal Nostrum de Vigo a la hora de promocionar y organizar este tipo de eventos de Cranio junto con la banda santiaguesa de Northslave?
Yo creo que son necesarias. Las asociaciones que organizan este tipo de movidas molan por varias razones: una es porque al músico y a la banda le facilita la venta de entradas, hablar con la sala, preparar una cartelería para la ciudad decente, los medios y un mogollón de gente que son socios, simpatizantes o simplemente amigos, que van a ir al concierto. Lo que hace bueno y de corazón esta gente es llenarte la sala y eso es muy importante. Es lo que hay que agradecer a toda esa peña que colabora en el rollo, no solo la banda. Que tú lleves a tus colegas y a tus amigos que hace tiempo que no van a una sala, que ven que te estás moviendo por esta movida, de repente van un día y preguntan, ¿oye, cómo va esto? Que quieren participar, pues eso es lo más grande. Yo estoy metido en el Peirao Rock y la gente te va apoyando, gente que te viene a currar de voluntario, gente que cuenta conmigo para el año que viene. A lo mejor no puedo estar en la organización, pero ir de pipa, de currito, pues voy, la verdad es que eso es mogollón de grande.
Si cada uno se lleva a dos colegas, la asociación te peta la sala; entonces llegas a Vigo y garantizar un mínimo de entrada, de decir que van a ir sesenta personas a diez euros, pues para gastos y otras muchas cosas sí que da, y no vas a la aventura. Por un manager de sala que te haya organizado, pero que le da igual, porque él cobra por bolo, no cobra por lo que hagas, entonces piensas que esta peña ya se mueve y es necesaria. Ojalá hubiera cinco asociaciones como Metal Nostrum en cada ciudad porque sería la polla. Aquí en Ferrol no hay ninguna que yo sepa…
Ya que nos hablas de Peirao Rock, ¿habrá festival en el 2024?
Sí, se sacarán fechas pronto.
¿Y ya estáis confeccionando el cartel, o todavía no tenéis nada cerrado?
No vamos a sacar el cartel aún, pero bueno, hay contactos, hay bandazas, pero de nivel guapo, que nos sobrepasaban, pero queremos seguir en esa línea de tipo de caché, de bandas, y de momento abrir un poco el camino. Tampoco queremos que sea un festival que se masifique demasiado. En la sala conlleva que te conozca gente, yo manejo bandas en la sala, pues tenemos hasta marzo treinta y cuatro, bueno esa cifra era meses atrás, pero te conoce mucha gente. El festival sabe que el Yggdrasil monta las barras, el organizador es un tío que lo conoce millones de personas porque ya monta fiestas, es un tío con el que mola trabajar. Después la asociación Mugardos que lo que hace es manejar las conversaciones con los políticos, los concellos y las diputaciones, e intentan tirar un poquito por el festival, que sea de interés turístico. Mola la gente se pueda pasar el día en el puerto de Mugardos, la verdad es que mola mucho cuando hay muchos heavies por la zona. Es muy curiosa la imagen, porque este año hicimos dos escenarios, y para el que viene lo queremos hacer todo en el recinto y eso si que te lo puedo decir, tenemos la ambición de hacerlo durante dos días y a ver cómo nos va.
¿Crees que debería haber más iniciativas como esta, me refiero a las asociaciones?
Sí, por supuesto, yo creo que debería haber una asociación de cada estilo musical, porque facilitaría la escena a más gente. Si hubiera una de pop, que se dedicase a hacer festivales de pop, o mira la gente del tecno, tienen sus salas, tienen su circuito, van girando, también son asociaciones. Tener un poco de movimiento y no solo en las ciudades de Galicia sería genial. Creo que debería extenderse a toda Europa, imagínate un circuito que pudieras hacer por Portugal, o por Francia y en España, ya estarías trabajando en Europa, que Europa no sólo es Alemania, luego que pudieras ir al Reino Unido, o a cualquier país extranjero, sería brutal, pero no estamos comunicados.
¿Se debería recibir también apoyo de las propias bandas hacia estas asociaciones?
Yo creo que por parte de las salas, también.
¿Las bandas deberían saltarse a veces a los mánagers para apoyar a este tipo de asociaciones?
Depende de cómo trabaje cada banda, nosotros podemos tener mánager y el mánager va a decir lo que nosotros le digamos, eso por supuesto. Otra cosa es que a nosotros nos lleve las redes sociales y que Manu (de MMP) trabajé ahí un poquito de mánager, que nos ponga en contacto con gente, con alguna sala. Hablar con vosotros, con otras asociaciones, porque es lo que le decimos nosotros, el calor de la banda no se puede perder nunca, y yo te pongo a trabajar porque tienes todos nuestros archivos, para facilitar el trabajo a las dos partes. Yo creo que la movida es llegar a una responsabilidad entre todos.
Yo te hablo ahora como propietario de sala. Mi sala no la alquilo. Hasta hace poco ponía un mínimo de 150 € con entrada inversa, que si no llegaba a ese mínimo, yo ponía el resto. Yo apelaba a la responsabilidad del público, que es la de aceptar esa entrada inversa o al menos preguntar cómo va. La responsabilidad de la sala es tener un técnico y un escenario, dignos. Todo eso cuesta dinero, cuesta mantenerlos, pero yo no puedo entrar en el círculo de alquilar una sala a un precio descomunal y que trabaje para ti una asociación. Entonces, ¿qué hace la sala más que poner cuatro paredes? ¿Cuál es el punto al que tiene que llegar una asociación? Tener su local, y eso no es lo que queremos. Queremos tener salas donde poder tocar, creo que hay una responsabilidad dentro de la sala de saber decir: Oye, no puede salir todo de la entrada de un grupo amateur. Si te viene el Barón Rojo haz como te dé la gana, yo no digo que no le cobre pero que baje un poquito el precio, que se baje un poco de la parra, que intenten ser un poquito más dignos, y pensar como músicos que viajan, que tiene unos gastos. Por ejemplo, a nosotros nos sale más barato ir a Gijón que a Vigo y si te vienes del tirón aún ahorras algo, pero venir después de tocar el bolo, de tomar algo, pues te tienes que coger un hotel donde dormir y te vienes al día siguiente. Al final son unos gastos importantes y vas por el placer hacerlo. Creo que las asociaciones se tienen que llevar una parte de la entrada y eso es lo que deberían de trabajar las salas. ¿Cuánto tiempo te lleva preparar un bolo? ¿Cuánto tiempo te llevó preparar la entrevista? O editar los videos, o las fotografías, todo eso son trabajos, y los trabajos creo que hay que dignificarlos. Pero claro, porcentaje de la entrada para el grupo, porcentaje para para la sala, porcentaje para el técnico de sala; quiero decir que hay que poner las cosas un poquito más dignas para todos.
Volvamos de nuevo al disco, ¿cuál es tu canción favorita a la hora de interpretarla y por qué?
Mi favorita es «Vergüenza ajena». Es un tema que creo que más representa este disco. El disco en si habla de muchas vergüenzas, habla de muchos cambios, de muchos complejos. Todo es humor hasta que lo lees dos veces, pero sí que es una crítica social. Creo que es mi preferida por la técnica vocal que me llevó a adquirir ese tema. Vas creciendo y la banda, como te decía, cambia de flow, y cambian las tonalidades, ese brillo que me lleva a esas notas, me hizo crecer de la hostia y al mismo tiempo me hizo frustrarme mogollón. También destacaría un par de ellas más, “Aprieta los dientes” que es un tema que me mola cantar en directo…
Aparte que la usasteis para abrir el directo y es un golpe en pleno rostro…
Es un tema que mola mucho tocar en directo, es un tema gordo y mola arrancar con él…
¿Qué nos puedes contar del proceso creativo y del proceso de grabación?
Pues muy natural, la verdad. Con Manu Ramil mola mucho grabar, nos conocemos desde pequeños, jugamos en equipos de fútbol diferentes y nos enfrentamos mil veces. Fuimos al instituto, juntos. Es una persona que siempre estuvo ahí, que me escuchó, y te escucha en las fiestas, te escucha tocar mil veces. Tenemos mogollón de músicos en común, que nos conocemos todos. Llegas a su estudio y es ahí donde brillas, te corrige. Hay temas que cuando hicimos la preproducción, los escuchabas bien, pues el productor te dice: «mira esto si lo terminas aquí o hazlo de esta manera, o vamos a colocar el coro aquí, o no quiero coros, quiero que tu voz haga todas las voces». Hay mucho curro por detrás que yo no llevaba hecho y ahí es donde brilla normalmente el productor. Para mí fue muy natural y para ellos muy tela. Aparte de que están grabados por guía, nosotros nos grabamos todo en directo y todos los temas del tirón, después vamos eliminando instrumentos tono para no perder esa magia del directo y hace sonar muy bien a la banda.
Por todo lo que me has dicho antes, ahora íbamos a hablar de influencias. En mi opinión y que no es una crítica, me parece perfecto, tenéis una influencia mu y marcada del metal de los 80. Bandas como Obús, Barón Rojo, incluso Ángeles del infierno, Pánzer… ¿Es buscada esa influencia tan marcada? ¿Es natural en vosotros?
Sí, claro, es lo que te decía, ese periodo de tiempo tan largo, que pasamos ahí estudiando Barón, porque nos tocamos veintipico de temas de Barón, igual teníamos cuarenta sacados, nosotros lo hacíamos por coleccionismo puro y duro. Yo debí ver a Barón unas catorce veces en mi vida o dieciocho…
Yo sólo los vi una vez y fue tal decepción… (Risas)
Yo toque con ellos ya dos veces y los contraté otra vez para tocar en Pontedeume; en Santiago los debí ver dos o tres veces, pero bueno, era obsesión pura, y nos molaba. Hablabamos con ellos, y les decíamos ¿cómo haces esta movida?, eran muy frikis los guitarristas y creo que viene de ahí toda esa influencia. La manera de cantar, la manera que se adapta también la gente que toca conmigo, a la manera de cantar mía, a la manera de componer las melodías de las voces y muchas veces el riff sale de ahí y de una frase que a mí me mola, le pego dos golpeos de voz, le meten una melodía que resulte molona y va saliendo el riff, va saliendo la magia. Txus es el que procesa mejor la información que le mando y si no es hoy, es mañana, lo vamos componiendo de esa manera…
Lo tenemos hablado entre la gente de la asociación , a titulo personal he tenido la suerte de veros tres veces en directo en el último año y a mí tu timbre de voz me recuerda mucho a Fortu, los Obús de los primeros discos.
Me vas a poner colorao... (risas)
Te lo digo en serio, hombre ahora Fortu tiene la voz muy cascada, pero ahí sigue…
Me lo decía mucha peña. A ver, yo Obús lo mamé mogollón y de hecho contratamos una vez a Obús en un festival y si que tuvimos una época muy friki del grupo. Cuando estudias, pues estudias los cantantes que te molan y Fortu fue una de mis fuentes. Yo no tengo una voz como la de como Leo de Saratoga, Leo Jiménez, que a mí ya me parecen más modernas, son voces más fuertes, más curradas a otro tipo de estilo de música, yo creo que la mía va más de tabernero. Fortu tiene mogollón de voz de tabernero… (risas)
No parece que seáis un grupo de baladas, ¿lo sois o no?
No. (más risas)
¿Por qué?
No estamos preparados para cantar una balada, no tenemos la suficiente madurez…
Pero no tenéis nada en contra de las baladas…
No, No, para nada. De momento creo que la banda tiene mucha energía y es muy rebelde, hay que aprovechar eso. Los rebeldes no sabemos hacer baladas…
Esta pregunta es de Oscar Martín, presidente de la asociación Metal Nostrum: ¿Seríais capaces de hacer una versión de una canción, como por ejemplo, Every Rose has its thorn de Poison? (entre risas)
(Más risas…) No
¿Os habéis planteado adaptar alguna que os guste a vuestro estilo, o hacer alguna versión?
Ya no me gusta ensayar versiones, no me cunde, las versiones tienen que ser espontaneas, sí que nos mola meter muchos cachitos en el directo, hacíamos varias aportaciones. De hecho hay en directo referencias a varias bandas, empezábamos con una de Blind Guardian (tararea un riff); nos mola hacer esa referencia, pero no ensayarla, porque al final estás ensayando otro tema, otros temas que te desgastan, porque si ensayas en un mes seis veces, pues la tocas seis veces y te desgastan, para cinco minutos son muchas horas cantando la misma canción, que no te das cuenta, pero si los calculas… Pero bueno, hay muchos temas que nos molaría tocar.
Hace tiempo que el panorama rockero en este país parece que agoniza, desde que se creó, ¿Cómo lo veis en la actualidad?
A mí siempre me dijeron que el rock se moría, tío.
A mí también, desde que nació…
Sí, desde que nació, el rock lleva una palabra que es Underground, el rock no es para mayorías, el rock es para apasionados de este rollo, pero de la gente que se quiere sentir libre o por lo menos en rebeldía. Porque para mí es rock and roll significa rebeldía. Es su nacimiento, su movida natural…
¿Y le ves futuro?
Sí, sí claro… lo veo de puta madre, hombre somos unos optimistas, acabamos de sacar un disco…
Unos valientes…
Ya te digo, mogollón.
En 2023 sacar un disco… Te lo digo yo porque ahora lo veo, yo estuve mucho tiempo alejado de lo que es el mundillo de la música, por temas familiares y de salud y Ahora estoy volviendo otra vez a meterme, veo que sí que hay muchos grupos, digamos «pequeños» que sí que se están animando a sacar un disco.
Claro que el underground sobrevive. Ya toques para diez o para treinta, o que te meten en un festival a dos mil, va molando. Sacas el disco, pero yo creo que la peña no lo saca, no se sacan los doce temas en el formato físico. Ahora trabajan de otra manera, yo nunca vi tantas páginas o tanta información que me llega de todas las bandas, conocer bandas por vuestras asociaciones, por radios, por podcasts, por entrevistas de mil sitios de donde nos llaman, o ves las demás publicaciones y te encuentras con bandas que sigue girando, que vienen por la sala y de repente se van para el Waken, que como es el caso de una banda asturiana Aneuma, que quedaron como mejor banda nobel, y que pasan por la sala. Claro que hay underground, claro que hay bandas que van a salir a festivales, claro que hay de todo. El rollo es quién lo maneja, y a qué ritmo lo maneja. El interés de que esté muerto o no es de los de siempre. Tu imagina que se ponga ahora de moda comprar CDs, igual la peña los adquiriría sólo para las bibliotecas, después generaría un mercado de segunda mano, generaría una movida underground diferente. Estaría otra vez la música aquí, pero creo que muriéndonos, agonizando de un cáncer terminal, lleva así desde su inicio. Estamos en 2023 y la gente sigue editando discos de rock and roll, aunque sea underground, yo creo que nunca morirá del todo.
Y de las plataformas de streaming que opinas. Hay músicos que reniegan de esta forma de vender música.
Yo no reniego. Yo creo que debería de ser justas.
Quizás sea ese el problema que viven de los músicos pero no para los músicos…
Claro, pero accedo a datos que si no son por ellos tampoco accedería, no estamos hablando de que te escuches en Spotify el último de Rober o de que estés pendiente de lo que hace Sinkope, te estoy hablando de que hay peña que tiene quinientas mil reproducciones, y hay que mirar por qué, y que yo no tengo acceso a bandas que tienen cincuenta reproducciones, hay que mirar también por qué. Entonces ese es el interés, siempre habrá quien lo alimente y siempre va a haber quien gane mucha pasta, eso está claro.
Para finalizar te voy a hacer una serie de preguntas sobre tus gustos musicales para que los lectores conozcan un poco más tus gustos musicales:
Banda que te gustaba pero ya no: System of a down o Metallica…
Banda sobrevalorada: La misma, System of Down.
Banda infravalorada: Las patatas bravas
Banda que amas: Cranio y Satánico Plan
Banda de culto: Extremoduro
Banda que puedes escuchar una y otra vez: muchas, muchísimas, Black Sabbath, Led Zeppelin
Banda que te hizo enamorarte de la música: Guns `n Roses, Led Zeppelin, todo ese underground que me llegaba, Queen…
Banda que cambió tu vida: Barón Rojo.
Banda que te sorprendió: (Risas…) Cranio
Placer culposo: Alejandro Sanz
Banda que te faltó ver en vivo y te hubiera gustado: Black Sabbath.
Un saludo para los Metal Nostrum que siempre nos tratáis de puta madre y os prometemos muchos, muchos, muchos besos para este fin de año y que nos vemos este año que viene 2024 seguramente que en algún lado, así que ya lo anunciaremos…
Muchas gracias a Berto Satánico por tu tiempo y tu paciencia, un placer haber compartido este rato (largo) contigo., ¡Nos vemos en las salas!
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