Comenzamos con las japonesas Hanabie con un estilo inclasificable para mí, una especie de metalcore de algodón de azúcar, pero muy efectivo y entretenido, con un sonido espectacular, aunque abusando un poco de los sonidos electrónicos pregrabados. A continuación nos desplazamos al Chaos Stage donde Astray Valley descargaban su épico powermetal, o lo que sea su estilo, desde Cataluña para el mundo, propuesta muy interesante, de dos guitarras, vocalista y batería, sin bajista, o puede que faltase por algún motivo, no lo sé, aunque últimamente también hay una tendencia a prescindir en algunos estilos de ellos. Volvemos al Chaos Stage para disfrutar del Punk guitarrero e irreverente, tiene que serlo sino no es punk, de La Inquisición; diversión a raudales y unas letras muy ácidas y punzantes, que pegan donde le duele a algunos. Después de tremenda descarga nos acercamos de nuevo a la zona del Main Stage, donde Crystal Lake descargaban su metalcore; más interpretes orientales (con esto no quiero ir más allá de mera curiosidad, que nadie se confunda) en lo que parece una tónica para esta edición del Resurrection Fest. También nos acercamos hasta Noctem, cuya propuesta no me gusta especialmente, pero sonaban muy bien, un sonido compacto, oscuro y tenebroso, pero con buen sonido. su puesta en escena da mucho juego visualmente. Todo ello no era más que la antesala de una de las mejores actuaciones del día, que tuvo lugar en el Desert Stage (el más pequeño de los escenarios) con los americanos Nashville Pussy y su sleazy punk, aquí si que pudimos disfrutar de todo el espectáculo en primera fila, mención especial a todos aquellos que nos facilitaron dicho acceso sin malas caras, sin empujones, y disfrutando de lo que era buena música y bues espectáculo, sencillamente geniales, actitud, buen sonido y en comunión con el publico.
De aquí volvemos al Main, en el que Alice Cooper realizaría su descarga, grupos de espectadores que aguardaban sentados e impedían el acceso a las primeras filas con la escusa de estar cansados tras una hora de espera, en fin, esto dará para otra reseña más adelante, simplemente que algunos pagan por el selfie más caro porque se conocen las tres canciones que ponen en rock FM y ya se creen seguidores de toda la vida. A modo de aperitivo un simple comentario, el show: bien, correcto, el sonido: abusando demasiado de los graves, bombo y bajo nos arruinaron el show, lleno principalmente de clásicos. una pequeña decepción.
Solence comenzaban su concierto en el aledaño Ritual Stage, los tenia anotados como interesantes, pero no pasaron de eso, interesantes, con unos seguidores enfervorecidos que disfrutaban de su... no sé como etiquetarlos, pero era como si el grupo sueco A-Ha tocasen heavy metal. sin terminar el pase, no dispusimos a reponer fuerzas con una hamburguesa vegana, deliciosa, cuyo puesto, curiosamente era el único que no tenía cola. En un despiste se nos echó la hora de comienzo de Machine Head pero fuimos presto para disfrutar de otro de los tremendo bolos de la noche. He de reconocer que era la primera vez que los escuchaba y me cautivaron, tanto por el espectáculo de luces y pirotecnia como por su música, sin duda los grandes triunfadores de la jornada, visualmente y por su sonido potente pero "limpio".
Acto seguido Kerry King se subió al Ritual Stage, imposible acercarse, demasiado mosh, demasiado calor, demasiado de todo, así que opte por escucharle en la distancia, y quedé bastante impresionado. Buen sonido, buena pirotecnia, y buenas luces, todo sencillo pero efectivo, todo ello aguardando el cierre de la noche para mí, que eran Sum41 con su estilo punk melódico, muy en la línea Offspring, el cansancio me hizo desistir de quedarme hasta el final, pero lo escuchado y visto fue de mi agrado, pero el cuerpo no dio para más aguardando a una segunda jornada.
Seguiremos informando.
SEGUIREMOS GRITANDO: ¡QUE NO PARE LA MÚSICA, QUÉ NO PARE LA CULTURA, QUÉ NO PARE EL RESURRECTION!
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