Mucho se ha hablado del sonido de Queen, y de su guitarrista Brian May en particular, y todo procede de un autentico mito: La Red Special.
Esta guitarra es todo un símbolo, especialmente entre los seguidores del guitarrista Brian May, que nació de la necesidad de un joven de poseer una guitarra y no tener posibilidad de comprar una, no tanto por la negativa de su padre, quien le ayudo a construirla, sino por la falta de dinero. Fue construida a partir de materiales de desguace.
En 1963, durante las vacaciones de verano, el joven Brian y su padre deciden seleccionar el material necesario de entre un desguace cercano a su casa. Asi, para el mastil se escogió una repisa de chimenea que un amigo iba a emplear para leña, era madera de caoba de la mejor calidad, aunque estaba bastante deteriorada. Rellenaron los agujeros de polilla con madera procedente de cerillas y los cubrieron con una capa de desguace Plastic Coating. La caja procedía de un trozo de excelente roble, aunque en primera instancia una parte de la misma se estropeo, lo cual hizo casi desistir de su construcción, pero no rindió y comenzó de nuevo.
Todo el material era reciclado, incluso las herramientas, las cuales pedían prestadas o simplemente las improvisában. Ejemplo de ello es la unión del mástil y el cuerpo de la guitarra para lo cual usaron un cortaplumas y una lija porque era de lo único que disponían.
Los botones de los marcadores los cogió el joven Brian del costurero de su madre, unos botones gris perla que le encajaron a la perfección y que hoy en día sigue manteniendo.
Las cuerdas se puede decir que fue casi lo único que tuvo que comprar, pero las tomas de sonido fue lo que mas quebraderos de cabeza le produjo. En un primer momento las construyo con un par de cables unidos, pero el resultado fue bastante pobre, así que no tuvo más remedio que comprar unos Burns Tri Sonic de tres lineas cada uno, aunque no terminaban de convencerlo, por lo que les realizo algunos retoques. Los enrollo de nuevo y los relleno de Araldite, excepto el del puente.
El tremolo proviene de un trozo de acero de los que se usan para sujetar las cestas de las bicicletas y la punta de plástico fue hecha con la de una aguja de calcetar. Los resortes son de las válvulas de una motocicleta que le proporcionó un amigo.
Tras un año u medio de trabajo, y un coste total de 8 libras, nació la Red Special.
Su sonido no se parecía , ni se parece, a ninguna otra guitarra. Es muy particular, diferente y carismática, siento parte fundamental de la imagen de Brian y de Queen.
Fue la envidia del colegio e incluso sus compañeros de clase querían poseer una igual, llegando incluso a ofrecerle a cambio otras guitarras de conocidas marcas.
Tras muchas pruebas, Brian no no encontraba el sonido que tenia en su mente, hasta que descubrió que con una moneda de seis peniques conseguía lo que no encontraba con la púa.
Ese ha sido el secreto de su sonido a lo largo de todos sus discos y conciertos, tanto con Queen como con su propia banda, siendo su fiel compañera durante más de cuarenta años.
en los noventa un luthier australiano la restauró, desmontándola pieza a pieza, sin cambiar ninguno de sus componentes originales, subsanando los problemas de desgaste, dejándola en perfecto estado. Él mismo hizo tres replicas, de las cuales dos se las regaló a Brian.
En el año 2004 el luthier inglés Andrew Guyton fabricó 50 unidades con motivo del 40 aniversario (40 rojas y 10 verdes). Por ultimo en el año 2006 la guitarra original fue mejorado con un nuevo jack y un nuevo traste.
Como curiosidad decir que la única canción de Queen que no fue grabada con la Red Special, fue Crazy Little Thing Called Love, para la cual utilizó una Fender Stratocaster.
LARGA VIDA A LA ROJA ESPECIAL....
Texto: Desperado
Fotografías: La Red
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