Antes de entrar en materia, una primera pregunta directa. ¿Crees que en España hay espacio para una propuesta como Black Rose?, no solo por el álbum, me refiero más concretamente a las presentaciones en directo…
A lo mejor soy un poco iluso, pero pienso que puede haberla. Ahora, el tamaño, eso es lo discutible. Soy consciente, desde que empecé a hacer música instrumental, que es algo muy underground, es algo para gente muy concreta. Nunca he tenido unas pretensiones muy altas con ello. Me conformo con poder presentarlo en directo, hacer algunas fechas, que la gente por lo menos se entere que voy sacando discos y, por supuesto, que le guste al público, que se anime a verlo en directo, que yo creo que merece la pena y sobre todo cuando voy con la banda.
Me refería no sólo al álbum me
refería más concretamente a la propuesta de presentarlo en directo.
Por lo que tengo visto hay un
mínimo de gente que viene siempre pero sí es cierto que hay ciudades que son
más difíciles. Vigo es una ciudad que me encanta, pero reconozco que es una
ciudad que se me atraganta, me cuesta mucho llevar gente, pero en Coruña sí
funciona mejor y fuera de Galicia, en Madrid metemos bastante gente, en mi
tierra en Andalucía también, en Castilla y León en general, exceptuando esta
última fecha en Valladolid, que no sé qué ocurrió, pero por lo más general
cuando vamos a León, Zamora, Burgos, tal, suelen funcionar muy bien, en el País
Vasco también hemos tenido bastante buena acogida, en Valencia estuve hace poco
y también funcionó muy bien, pero si hay algunas ciudades que reconozco que me
cuesta mucho meter gente.
Comentábamos el otro día,
precisamente contigo en persona, en el concierto este en la sala Transilvania
en Vigo, lo difícil que es exactamente mantener el formato, ¿no? Pero en este
caso el estilo es innegociable, ¿no? Como se suele decir en el deporte, por tu
parte, es decir, es instrumental, guitarra y así se va a quedar, ¿por qué no?
¿Has tenido algún ofrecimiento para cambiar?
Sí, de hecho he tenido muchas
ofertas para hacerlo con cantantes, pero ya estoy trabajando para varios
cantantes. Lo veo un poco redundante, porque para Ronnie Romero hago canciones,
para Pacho Brea, en el pasado para José Andrea, para Víctor García, etc. Ya
hice el experimento con Nova Era, porque se puede catalogar como el segundo
álbum de José Rubio en solitario, donde fue mi primera colaboración con Ronnie
Romero, también hay gente que lo ve como el inicio de la banda Nova Era, de
hecho fue la semilla, por así decirlo. Para mí realmente el primer disco de
Nova Era es ‘Fight’. En Nova Era todavía hay temas instrumentales para intentar
llegar a más público, que de hecho funcionó porque de golpe me empezaron a
llamar festivales, y todo gracias a que había temas cantados por Ronnie, que de
aquella no era conocido, pero ya era una bestia cantando.
Eso me ayudó a llegar a más
gente. Lo que pasa es que cuando nació la banda Nova Era, yo quise seguir
haciendo música instrumental y apartar mi nombre de ello. Aparte Nova Era ya
empezaba a funcionar como una banda, no como el proyecto de un solista. Digamos
que por eso hubo ahí una bifurcación y Nova Era siguió un camino y José Rubio
siguió otro.
Y hablando de dicha presentación, ¿Cómo es trabajar con tus hijos en el escenario, y la carretera?
La verdad es que me encanta tocar
con ellos. Son dos niños que los quiero. Son lo más importante de mi vida. Poder
compartir este tiempo con ellos y con mi pasión, que es la música, ver que de
ellos también, pues la verdad es que es algo maravilloso. Reconozco que también
tiene su punto, como soy su padre, muchas veces me cuesta lidiar con ellos
porque siguen siendo niños, que ahora no tengo ganas, es que hay que ensayar,
hay que hacer el viaje, sobre todo el pequeño se me agobia, lo típico. Luego lo
pudiste ir a ver en directo, se lo pasan pipa, se dejan la piel los dos y la
verdad es que muy bien.
Como se suele decir, los dos, a
la edad que tienen, son unas bestias.
La verdad que tienen más talento
que yo. Cuando me dicen que eres un músico muy talentoso, yo soy cabezón, porque
soy una persona que intenta echar muchas horas con el instrumento porque me
encanta porque me gusta por lo disfruto pero es una cosa de constante trabajo
siempre el intentar ir un poquito más. Yo sigo estudiando, sigo trabajando mi
instrumento para intentar dar un poco más, pero ellos tienen una facilidad que
yo no tengo. El pequeño puede estar una semana sin unas baquetas y sin sentarse
a la batería, y a la semana sentarse a tocar y como si no hubiera pasado el
tiempo. Yo no puedo estar una semana sin tocar, que luego me cuesta un montón.
¿te has planteado sacar un disco íntegramente grabado con ellos?
Sí, de hecho el siguiente disco
está planeado para hacerlo con ellos al 100%. Porque la cosa es, en este Black
Rose, Galilea grabó todos los bajos. De hecho, se me ofreció, hicimos la prueba
y la verdad es que salí súper contento. El pequeño llegó a última hora, porque
ya había hablado con Andy C, ya estaba todo cerrado con, estaba ya terminando
las baterías y me dijo: «papá, es que yo quiero grabar también». Y digo, ¿y
ahora qué hago? Ya Andy ha terminado el trabajo y aparte hizo un trabajo
espectacular. Me vi obligado a decir, vámonos al estudio y vamos a componer. Hacemos
dos temas nuevos y los grabas tú. Hicimos eso, por lo menos para que él tuviera
dos temas en el disco y pudiera aparecer. Pero ya tengo claro, después de la
experiencia con ellos en directo, trabajando, viendo la pasión y el talento que
tienen los dos, tengo claro que el siguiente disco que me meta hacer, los hago
100% con ellos.
Damos buena fe de lo que José
está contando. La verdad es que en directo son una pasada. Pues a la corta edad
que tienen, es la leche. Bueno, el pequeño a la batería, bueno, es que son un
auténtico espectáculo. Atreverse con un solo de batería que duró un buen rato.
Sí, se vino arriba y yo ya no
sabía si cortarlo o cortarlo, me daba mucho apuro. Mi hija estaba papá, cortalo
ya, y digo, ¿cómo salgo? Me encanta verlo, disfrutar tanto con el instrumento y
cómo se suelta la melena, literalmente, y hace unos solos muy, muy buenos para
la edad que tiene.
Hablemos ahora de Brétema, ¿qué tal te sientes con Pacho y Robert Beade? ¿de quién surgió la idea?Pacho y yo, aparte de que somos
vecinos, la cosa es que llevamos la friolera de 14 años haciendo cosas. Somos
muy amigos, porque hemos vivido muchas cosas juntos y anteponemos la amistad
ante todo, lo que pasa es que tenemos los dos tanta pasión por la música y por
tocar juntos que siempre estamos inventando algo. Y esto de Brétema llevaba ya
años él insistiéndome para hacer algo original porque estamos con el tributo a
Ángeles del Infierno, tenemos el dúo semiacústico también, los Soulmate y
cuando ha necesitado en Ankhara un sustituto, siempre me ha llamado y siempre
que he estado disponible he ido encantado a tocar con ellos y me lo he pasado muy
bien. Siempre me decía: «tenemos que hacer algo original, tenemos que componer»,
que se nos da bien. Pero a mí me pilló arrancando con mi estudio, estaba con un
montón de producciones, me estaban encargando muchos trabajos de golpe y le
dije: es que si quiero hacerlo bien no me puedo poner ahora. Porque estoy con
la cabeza en 20 cosas. Lo dejamos un poco congelado hasta que el año pasado vi
que tenía un hueco y lo llamé para quedar, que vamos a arrancar esto. Se puso
loco de contento, quedamos y en apenas dos tardes recopilamos prácticamente
casi todos los temas del primer disco. Una cosa que me gusta mucho es que tiene
mucha facilidad para componer porque es un tipo de músico que pocos quedan, que
siempre tienen una historia que contar de su vida, de algo que le preocupa, y
sabe plasmarlo muy bien. Aparte toca muy bien la guitarra, es capaz de cogerse
una guitarra, empezar y en 20 minutos tiene una idea y encima una idea buena. Tenía
varias ideas recopiladas que no le encajaban en Ankhara, porque eran bastante
personales, y me dijo que en Brétema podría funcionar. Una cosa que puse como
condición, y que él aceptó de primera, es que quería que intentáramos hacer
algo que no hubiéramos hecho ya, porque siempre que nos juntamos hacemos metal
o power y yo creo que si volvemos a juntarnos y hacer eso, es algo que la gente
ya espera, mí me encantaría que la gente escuchara otro registro tuyo cantando,
que no sea el mismo de Ankhara, que no sea el mismo Pacho Brea en solitario. Que
sea ese timbre cálido que él tiene en los tonos medios, que es súper bonito, y
ahí podemos bajar un poco las revoluciones y hacer algo un poco más hard rock,
no tan metalero, que al final en el disco hay tintes de metal porque la cabra siempre
tira al monte, pero hemos intentado darle un ámbito más melódico al disco y eso
es algo que me encanta. Así se justifica el por qué hemos creado Brétema. No es
algo en plan, vamos a hacer un disco más, un proyecto más. Nos apetecía hacer
algo distinto, también los dos vamos teniendo ya una edad y nos apetece bajar
un poco las revoluciones y hacer algo con lo que nos sintamos más identificados
en el momento que estamos viviendo ahora y yo creo que Brétema representa
perfectamente eso.
¿Y cómo metéis ahí a Rober Beade
en el ajo?
Porque a Rober lo lío para todo.
Para mí aquí en Galicia hay unos guitarristas increíbles. En cada ciudad hay
dos o tres guitarristas que podrían estar tocando en bandas internacionales y a
la altura de los más grandes, pero en concreto Rober es uno de ellos y aparte es
uno de mis favoritos. Encima como persona nos llevamos súper bien desde hace
años y siempre que inicio algo, un proyecto o algo, siempre lo llamo, primero
para ver si se anima, porque me encanta compartir banda con él, carretera con
él, aparte él trabaja en Musical Pontevedra y muchas veces voy a la tienda
simplemente para poder tomar un café con él y estar un rato de charla. Ahí es
donde se denota que ante todos somos amigos. Lo tuve claro que era al guitarra
que tenía que llamar, y la suerte nuestra es que aceptó entrar. Podemos
disfrutar de él y de su arte a la guitarra. El resto de miembro fue también un
cúmulo de coincidencias, porque Juanjo Covacho es amigo mío desde casi época de
instituto, salíamos juntos de marcha en Córdoba, los dos somos de unos pueblos
de Córdoba que son colindantes. Él estuvo con Medina Azahara y cuando lo dejó,
lo llamé y le dije: ¿te apetece embarcarte en esta locura? Al principio tenía
sus dudas, por la distancia, él está viviendo ahora en Barcelona, pero le dio
unas vueltas y a los pocos días me llamó para decirme: «oye, contad conmigo que
me apetece un montón». De hecho aportó dos temas al disco, que son de mis
favoritos, ‘Huela’ y ‘Decirte Adiós’, no solamente ganamos uno de los mejores
bajistas que tenemos en España y un tío increíble, sino que además hemos ganado
un tercer compositor en la banda, nos falta la figura del batería, ‘el niño’, a
Joaquín lo conocemos y lo amamos desde hace décadas, cuando estuvimos pensando
en baterías se nos ocurrieron muchos nombres, pero Pacho y yo, llevamos tiempo queriendo
hacer algo con Joaquín, con unas cosas y otras, nunca nos ponemos de acuerdo,
lo llamamos y nuestra sorpresa fue que le apetecía muchísimo y la verdad es que
no hemos podido tener mayor acierto porque Joaquín aparte de que todo el mundo
ya conoce de su valía en la batería, tiene una trayectoria increíble,
intachable, es un tío muy divertido. Es un tío que trae todo preparado, lo
trabaja mucho en casa. Tener tanto a Juanjo como a Joaquín en la base rítmica
es un seguro de vida para cualquier banda, lo cual pues nosotros estamos
alucinados del lujo que tenemos.
¿Y qué tal va por ahora el
resultado? ¿Qué tal con la banda? ¿Lo que habéis hecho hasta ahora? ¿Los
directos?
Pues fíjate, directos hemos
podido hacer pocos porque a mí me ha coincidido con la gira de Ronnie, Pacho
estaba acabando la gira de Ankhara del aniversario de ‘Dueño del Tiempo’ y nos
ha coincidido que cuando hemos sacado el disco ya los festivales estaban
prácticamente todos cerrados. Tuvimos la suerte de que nos llamaron para el ‘Berete
Rock’ y ahí aprovechamos, hicimos el estreno. Hicimos ‘Tajuña Rock’ que, por
desgracia, yo no pude estar por tema de calendario, pero fue mi lugar Víctor,
de Beethoven R, que hizo un directazo el cabrón, se lo hizo de lujo. Por ahora
solamente hemos hecho eso. Retomamos ahora el 14 de diciembre en Benavente, en
la Sala Buda. Y ya el próximo año sí ya hay bastantes cosas cerradas. Y se
están cerrando más.
Has mencionado a alguien muy
importante en tu carrera: Ronnie Romero. ¿Cómo surge de entrar a formar parte
con él en una banda?
Para mí es como cuando te toca la
lotería de Navidad. La historia es muy curiosa, Ronnie y yo como bien sabéis
grabamos el disco de Nova Era, hizo un trabajo increíble. Me lo descubrió un
amigo de aquí de Ourense que me mandó un vídeo de él cantando un tema de Soul
Garden, «mira este chico de chile pero está recién mudado a Madrid». Cuando lo
escuché dije wow, ¿quién es este chico?, ¿de dónde ha salido? tengo que ponerme
en contacto con él como sea. Al poco me enteré que lo había fichado Gero para Santelmo,
y ahí quedó la cosa, hasta que unos meses después coincidimos en Córdoba, que
me metieron a mí a tocar como José Rubio y a Santelmo. Nos escribimos vía redes
y quedamos allí para hablar y conocernos. La verdad es que tuvimos muy buena
sintonía desde primera hora y le dije que si en algún momento se quedaba libre
me diese un toque para hacer algo que a mí me apetece y tenía ahí unas ideas.
No sé si por suerte o por desgracia, pero un mes y poco después salió de Santelmo
y me llamó. Me dijo: «oye, que ahora tengo tiempo que si quieres», lo dejo todo
y digo, vamos a ponernos. La verdad es que a día de hoy sigo escuchando ese
disco y me emociono, porque hizo un trabajo vocal increíble. Estuvimos unos
años sin hablar, estuvimos muy desconectados hasta que cosas del destino, Paco
Gil, que es un amigo común que tenemos teclista en Nova Era y teclista también
con Ronnie, y uno de los mejores amigos de Ronnie, volvemos a contactar y
volvemos a hablar. Simplemente cogemos contacto como amigos, porque es lo que
yo le decía, yo te admiro mucho como cantante desde que te vi, pero también te
tengo mucho cariño como persona, y echo de menos el hablar con mi amigo.
Volvimos
a tomar el contacto de hablar y llevábamos un año lo típico hablando por
mensaje nos mandábamos cosas y todo muy bien hasta que un día que estaba
haciendo la compra y me entra un whatsapp suyo y contesto, sí claro llámame, me
llama y me cuenta que va a hacer un segundo disco en solitario, que era RSI o
Heavy Radio, y quiere formar banda para continuar su carrera, tener una banda
estable de músicos, si me interesaba entrar de guitarrista. Yo casi me pongo a
pegar saltos en el Lidl.
Estoy disponible para lo que
quiera y cuando quiera sin problema y a partir de ahí empezó toda la andadura.
Hicimos ese disco de versiones, que encima yo estaba doblemente contento porque
hay un montón de temas en ese disco que para mí son icónicos. Cuando me dijo
que lo íbamos a grabar, para mí fue como al niño pequeño que le dan el juguete
que siempre quiso. A partir de ahí empezamos a componer temas y yo me puse como
loco. Todo lo que se me ocurría, se lo mandaba. Creo que le mandé once o doce
canciones y que al final quedaron siete en el disco, y lo bueno es que seguimos
ahí, la gira ha ido muy bien, a la gente le está gustando mucho el disco, le
está gustando el formato, las críticas están siendo muy buenas. Este verano en
Rock Imperium grabamos el DVD en directo, que ha quedado bastante bien, y va a
salir ahora en breves. Y estamos componiendo el siguiente disco.
¿Alguna anécdota así inconfesable
con él que se pueda contar?
Si es inconfesable, pues no puede.
Pero que nadie nos escucha...
Somos un poco frikis. Él me
cuenta muchas historias de cosas que ha vivido con Blackmore, con Vandenberg,
con Schenker, él sabe que yo soy súper fan de Schenker y me cuenta muchas cosas
del maestro y cada cosa que me cuenta me hace admirarlo más. Me cuenta cosas
muy buenas, muy positivas de él y la verdad es que yo siempre estoy como cuando
niño, porque la gente piensa que esto del mundo del rock es diversión, fiesta,
y nosotros la verdad en la gira lo único que pensábamos al acabar, era comentar
un poco el concierto entre todos, tomándolo tranquilamente en el camerino y
además raramente alcohol, o comentarlo en el hotel, pero cuanto antes irnos a
dormir y descansar, porque la gira al final se hace larga, ya vamos teniendo
una edad y nos apetece más descansar o aprovechar el tiempo para hablar con la
familia.
También ejerces como productor desde el estudio de grabación del que eres propietario en Ourense ¿Qué nos puedes contar sobre ello? ¿Es ahí donde tienes tú base de operaciones?
Sí, aparte estoy súper centrado desde hace cuatro años que abrimos. La verdad es una de las mejores cosas que me ha podido pasar. A mí siempre me gustó mucho el mundo de la producción. Siempre comento que yo soy guitarrista y moriré guitarrista. Pero recuerdo cuando empezábamos en Córdoba había muchos estudios, todos estaban muy centrados en el pop, en el flamenco, en el rock más suave, no había nadie especializado en metal en aquella época, los recursos eran escasos y como siempre decíamos había dos sonidos de maqueta, malo o muy malo. Recuerdo ir a un estudio y recuerdo llevar unos discos, estábamos empezando con Trilogy, de Primal Fear, de Stratovarius, de Gamma Ray. Nosotros por el estilo que estamos intentando hacer nos gustaría intentar este tipo de producción, y el tipo me miró como diciendo, vamos a ver, primero, vosotros no sonáis así ni de coña. Eso ya lo sabemos pero me decía, este tipo de sonido yo no sé hacerlo, si tú sabes hacerlo, hazlo tú y se me encendió la bombilla. Dije, pues a lo mejor si no encuentro a nadie realmente que lo haga, tendré que aprender a hacerlo yo. Entonces fue cuando me empecé a interesar por el tema del sonido y de forma muy autodidacta. Empecé a comprar equipo, prueba error, prueba error. Conocía muchos técnicos de sonido directo, les preguntaba cosas, me explicaban, tienes que tener cuidado con esto, cómprate esto, usa esto para esto, y yo iba invirtiendo horas y horas en el estudio aprendiendo. Poquito a poco iba mejorando los trabajos hasta que ya por fin llegó el día de abrir Megasound, ya con casi 10 años de experiencia, de ir trabajando para otros estudios o para productores, cogiendo toda la experiencia posible. A día de hoy seguimos trabajando, al igual que con la guitarra me gusta seguir estudiando y avanzando e intentando evolucionar con el instrumento y con la producción, probando cosas, intentando llegar a sacar cada vez mejor sonido trabajar mejor con las bandas. Lo que me lleva ahora mismo es el 70% del tiempo y el 30% lo dedico a tocar el directo y la guitarra.
Vamos a retroceder un poco en el tiempo, ¿A qué años empieza su carrera José Rubio? ¿A qué años descubres que quieres ser guitarrista de heavy metal?
Yo empecé a tocar relativamente
tarde porque no me dejaban en casa. Mis padres no querían que me dedicara a la
música porque teníamos un par de antecedentes en la familia, eran los 80, era
una época muy mala, con el tema de drogas. Había dejado una huella en mi
familia bastante fea. No se quería ni oír hablar de la palabra de músico. Pero
yo estaba enamorado de la música, todo el día escuchando música, me encantaba.
Recuerdo que el día que dije ‘quiero ser guitarrista’, lo tuve claro cuando fui
a ver a Medina Azahara, tocaban en Posada en las gira de ‘Dónde Está la Luz’. Recuerdo
ver a Paco Ventura, que aparte no se me olvida, a él se lo comento siempre que
lo veo. Tú eres el culpable de que yo esté tan metido en la música y me dedique
a ello al 100%, porque recuerdo verlo salir con la Pacífic Amarilla y yo decir,
wow. La presencia en el escenario, esa forma de tocar, ese sonido, cómo
reaccionaba la gente con él. Yo quiero eso, quiero poder conseguir hacer sentir
eso a la gente y poder montarme en un escenario y disfrutarlo y vivirlo como lo
vive él. A partir de aquel día me planteé ser guitarrista. Fue un camino arduo
hasta que pude empezar a tocar, porque tenía que tocar a escondidas, me compré
mi guitarra a escondidas, mi abuela me cubría, ella sí me apoyaba en todo. Me
decía; guárdala aquí en mi casa, te vienen los fines de semana, me haces
compañía y puedes estar tocando. Tocaba de forma autodidacta, iba probando
cosas. Tengo un tío, el marido de mi hermana, que me apuntaba, me decía, mira,
este acorde, esta cosa, y yo iba probando y probando hasta que más o menos
aquello empezaba a sonar a algo.
Tenía algunos amigos que
chapurreaban un poco con los instrumentos y les iba preguntando, oye, ¿y esto
cómo hace? Era la forma de aprender en aquella época. No teníamos internet, no
teníamos medios, vivía en un pueblecito muy pequeño, con poco acceso a la
música y tal. Los poquitos que había que también se interesaban por la música, nos
juntábamos, íbamos formando nuestras primeras bandas. Yo recuerdo con mi
hermano, con Manolo, que le contagié la pasión por la música y se dedicó al
bajo, le gustó curiosamente el bajo y con un vecino que teníamos, que su padre
había tocado en orquesta la batería, a él si le había enseñado desde pequeño a
tocar, él tenía la batería en el en el garaje y fue una excusa para irnos con
él y empezar poquito a poco formando una banda. Éramos más malos que pegarle a
un padre, yo siempre lo decía. Éramos malísimos, pero nos lo pasábamos de bien,
era súper divertido. A partir de ahí llegó un momento en que yo vi que no podía
vivir sin la música, pensaba las 24 horas en guitarra, en tocar, en aprender.
Ahí es donde dije, tengo que tomar una decisión, o me dedico a la música a
tiempo completo o voy a vivir una vida que no quiero. Tomé el camino de la
música con todas sus consecuencias. Hace 30 años que estoy metido en la música,
es un camino duro, tiene muchos altibajos, es poco estable a nivel económico,
pero desde que decidí aquello no he trabajado ni un solo día. A mí cuando me pregunta
mi mujer, ¿qué vas a hacer en el estudio? ¿A trabajar o a echar el rato? No hay
diferencia, para mí es exactamente lo mismo. Lo cual me hace muy feliz, el
poder estar metido en el estudio 12 horas y salir cansado, soy humano, pero
salgo feliz, salgo contento. Desde que tomé esa decisión, me lo tomé en serio,
me puse ya a recibir clases. Recuerdo preguntarle: «Carlos, ¿tú das clases?» «sí,
tengo una academia en Jaén». Como si la tienes en la China, yo me voy a
matricular y me voy a dar clases contigo. Fue el primer profesor que me puso
las pilas, pero bien puestas. Tengo que tener alguna titulación. Me metí en el
conservatorio, pero como no tenía el apoyo de la familia, había que trabajar
también.
Estaba trabajando y estudiando al
mismo tiempo. Me independicé por completo para poder dedicarme a ello. Llegó un
momento en que Carlos me dijo, ¿has pensado en irte a Madrid o irte incluso
fuera a estudiar? Me encantaría irme al Music Institute de Los Ángeles, pero
eso tiene que ser carísimo. Prueba y si no prueba en Madrid, que hay muchas
escuelas muy buenas. Entonces recuerdo meterme en las orquestas, en el tedioso
mundo de las orquestas.
Sabemos que tu pasión comienza con la guitarra española. Además en tus primeros años estuviste enrolado en la Orquesta Arco Iris de Córdoba ¿Qué recuerdas de aquellos tiempos?
Tengo unos recuerdos fantásticos. Fue la primera orquesta en la que trabajé, todo vino a raíz de un amigo que me lo comentó. Yo estaba trabajando en mil cosas para llegar a final de mes. Me dijo: «si lo que quieres es dedicarte a la música ¿Por qué no trabajas en la música?» ¿Y cómo hago eso? Me dice, métete en una orquesta. Ya, pero ¿cómo hago? Y me dice, pues mira, la Orquesta Arcoíris hace pruebas para guitarristas en septiembre. Me consiguió el teléfono, llamé y me dijeron así: pásate y charlamos, tenemos una reunión y vemos qué tal. Tenemos un chico que creo que nos puede encajar, pero hay más gente para la prueba. Prepárate estos cuatro temas y te vienes a probar en una semana. Los temas para probar, recuerdo que era un tema de los Panchos, ‘Si tú me dices ven’, con la guitarra española. Luego tenía el Smoke on the Water, de Tequila el ‘vamos a tocar un rock en la plaza del pueblo’, y había un cuarto tema que era el ‘Devórame otra vez’. Los preparé los cuatro y fui a la prueba, toqué los cuatro temas, pero el batería y el bajista me dijeron, ¿te gusta improvisar? Y digo, sí, pues vamos a improvisar un poquito, a ver qué tal. Y empezamos a improvisar y yo les veía la cara de felicidad a los dos, como diciendo, mira, este chico parece que tiene algo. Yo era muy jovencito, tenía 19 años, cuando acabamos la prueba estuvimos hablando un rato y me dice bueno ya te llamaremos. Cuando en un sitio te dicen ya te llamaremos… Eso fue un lunes y recuerdo que el jueves me llamaron y me dice: oye si quieres el puesto es tuyo, tienes que firmar un contrato, de aquellas las orquestas era como entrar a un trabajo normal, te daban de alta, tenías tu nómina, se tocara o no se tocara en lo cual era para mí era un sueño hecho realidad. Una muy buena que saque de las orquestas es que aprendí mucho, porque tuve que tocar estilos que yo por mi cuenta no hubiera tocado jamás. Estuve cuatro años con ellos, giraban por toda España. Ahí es donde realmente hice tablas y le perdí el miedo al escenario o los nervios. Hice en total ocho años de orquestas.
Tu carrera Aparte de las orquestas, bueno, es extensísima Bueno, aparte de los discos en solitario Pero bueno, podemos hablar de muchos nombres Por ejemplo, Warcry, Evil Hunter, Megara Nova Era.
Te voy a hacer un poco un resumen Cronológico. La primera banda que yo fundé, con la que pude grabar un disco, firmar un contrato con una discográfica, hacer giras de telonero con artistas de nombre, fue Trilogy. Ahí es donde me enteré de lo que era dejarte sangre, sudor, lágrimas, dinero y toda la pasión por sacar un proyecto adelante. Un sueño que conseguimos de verdad que lo llevamos adelante porque yo creo que teníamos tantas ganas y tanta pasión en ello que íbamos adelante con todo, gracias a eso pues pudimos abrir para Riot. Fue muy grande. También pudimos hacer fechas con Paul D’iano e hicimos fechas junto con Barón Rojo, con Obús, el grupo empezó a coger un cierto nombre. La cosa iba avanzando, yo conocí a la que es a día de hoy mi mujer, ella es de aquí de Galicia y me vine a vivir a Galicia. Voy viendo cómo llevo Trilogy o a lo mejor dejarlo y de nuevo volver a las orquestas, estaba viendo a ver qué hacía. En ese momento me entero que Warcry está buscando guitarrista, le voy a echar toda la cara del mundo. Llamé a Pablo García y le digo Pablo, que me he enterado que estáis buscando guitarra y me dice, ‘¿pero a ti te interesaría probar?’, y digo, sí, por supuesto, ‘voy a hablar con Víctor y ya se pone en contacto contigo’, al poco me llamó Víctor y me dijo para esta fecha, no se me olvidará porque fue un lunes 17 de septiembre de 2007, la tengo guardada a fuego. ‘Prepárate estos cuatro temas para venir a probar con nosotros’. Recuerdo que los temas eran ‘Hoy Gano Yo’, ‘Espíritu de amor’, ‘Contra el viento’ y ‘El anticristo’. Estaba trabajando con la orquesta ese verano, que era ya mi último año, en todos los ratitos que podía me cogía el mp3, me cogía la guitarra. Recuerdo que me fui a la prueba sin dormir, estaba tan nervioso que cogí el coche hasta Ourense. Llegué a la prueba súper nervioso. Nos pusimos y recuerdo que los tocamos una vez y otra, y otra, y otra y no decían nada, y yo pensando que no le gustaba, están probando tanto porque no les termina de convencer, he hecho el viaje aquí para nada. Entonces, llega un momento en que ya después de haberlos hecho cinco o seis veces, dice Víctor, ‘vámonos a comer’. ¿Pero no me decís nada? ‘Tú tranquilo, vámonos a comer, hablamos un rato y luego ya te contamos’. Recuerdo que nos fuimos a comer. Allí llegó el manager Aníbal, se presentó, todo muy bien, y me dice, ‘bueno, ¿qué? ¿Entonces estás dentro o no?’ No sé, pregúntales a ellos porque yo no tengo ni idea, se miraron. Acabamos de comer, llegamos al local para recoger mis cosas, y me dice: ‘ven aquí un momento a la oficina’, y me dice: mira las condiciones son estas te podemos ofrecer esto te interesa y dijo hombre ahora como para decirte que no entonces nada y acepte y la verdad es que fue una de las mejores cosas que me ha pasado en mi vida profesional, sinceramente. Tuve que seguir mi vida y hubo un tiempo que me retiré por motivos familiares. Luego entró Pacho Brea en escena, que lo conocí, nos encontramos por aquí, empezamos a hablar y hablando, hablando decidimos intentar hacer algo y formamos Megara.
Aquello fue un experimento bonito, gracias a ello conocí a uno de mis mejores amigos a día de hoy, que para mí es como si fuera un hermano más. Pero imposible compatibilizarlo con Pacho en Tenerife, la banda estaba costando arrancarla, de aquellas estaba Víctor De Andrés acababa de entrar en Ñu, se juntaron tantas cosas que dijimos, mira, vamos a pararlas. Ahí es donde tuve un pequeño paréntesis con Dünedain que no me cuento ni como ex miembro porque realmente no llegué a estar nunca, fue todo una idea de Toni que me lo ofreció un día aquí en mi casa. A mí Dunedain es una banda que me gusta mucho, tienen unas canciones increíbles y es una de las bandas de panorama de metal nacional que más me gusta; pero creo que la hubiera jodido estando yo, porque tienen una formación que yo creo que va fantástica. Toni toca fantásticamente bien la guitarra y yo creo que para lo que es el sonido de Dunedain, Toni a mí me da mil vueltas. Creo que hicimos bien en pararlo a tiempo y decir, mira, vosotros seguid como estáis, que estáis bien yo sigo con mis cosas y tan amigos. Ahí ya apareció Ronnie en escena y apareció lo que fue el germen de Nova Era, sacamos el disco y funcionaba bien como banda. Ahí arrancamos y la respuesta de la gente, los festivales nos abrieron las puertas, tocamos ese verano en muchos festivales. La gente estaba muy entusiasmada y todo gran mérito de Ronnie. Entonces apareció Tony Hernando, le propuso formar Lords of Black; era una propuesta muy interesante para él, se quería dedicar al 100% a ello, tuvimos que reestructurar todo lo que era ya la banda Nova Era, y encontramos a Fran Vázquez, que hizo un trabajo en Fight fantástico, hicimos un disco muy heavy en comparación al anterior, pero llegamos a un punto que yo creo que Fran y yo somos personas muy intensas en la música, pero tenemos también formas de ver el negocio muy distinto, entonces yo creo que ahí chocábamos. Somos dos personas que nos llevamos bien a nivel personal, pero a nivel trabajar juntos nos cuesta, lo hemos intentado un par de veces, pero no vamos en los mismos caminos, sencillamente somos dos personas que ven las cosas de forma distinta. Ahí se acabó Nova Era y coincidió también con la llamada de José Andrea. Encontré al cantante Damián Ruiz, que para mí sorpresa me mandó una demo cantando, le encontré mucha similitud con Udo, y molaría intentar hacer algo con él. Le escribí y le propuse mandarle unos temas, y mi sorpresa fue que se los mandé con las letras y las melodías que hizo me volvieron loco. A partir de ahí nació Evil Hunter. Llevaba sin parar desde 2005, no había podido tener un descanso de pararme a pensar las cosas en frío y cuando lo hice tenía que darle un giro general a mi vida. Esto de la pandemia ha sido un aviso de lo frágil que es esta profesión, de lo frágiles que somos, tengo que darle un giro a ver qué hago. Ahí surgió la idea de crear Megasound y dedicarle más tiempo a lo mío. A pesar de todo, como pudimos, hicimos el segundo disco de Evil Hunter, pero después de la pandemia nos costó mucho trabajo. Lo que habíamos trabajado previo, volverlo a retomar, era una cuesta arriba muy pesada para todos. Ronnie me ofreció entrar con él, y ahí lo tuve claro, me quiero centrar en José Rubio, por supuesto, con Pacho voy hasta el infierno y más allá, digo, todo lo que me proponga lo voy a hacer, y Megasound. No quiero saber nada de más bandas ni de nada. Hubo la intentona con Nova Era pero nada. Es cuando Fran y yo nos sentamos, le di el disco ‘The Course’, pero a nivel profesional seguimos cada uno por nuestro lado. Puedes usar el nombre, puedes usar el grupo, tienes todo mi apoyo. Y así llegamos a día de hoy.
Y llegando a día de hoy,¿Qué te parece la escena metalera actual?
Pues es que es una pregunta que me cuesta contestar y te voy a explicar el por qué. Yo pienso que quizás no hemos tenido, dentro de nuestro género, dentro de nuestro estilo, no hemos tenido un relevo generacional en el público. Seguís ahí los de siempre, apoyando cosas que se agradecen. Los veteranos del rock que siempre habéis estado, seguís ahí y sois los que mantenéis viva la escena y nosotros estamos súper agradecidos. Hay muchas bandas que yo creo que cometen el error de echarle la culpa al público y creo que eso es un error muy grande. Porque yo creo que primero tenemos que ver en qué estamos fallando nosotros. Quizás nuestra propuesta a lo mejor no termina de atraer a la gente joven y a lo mejor somos nosotros los que tenemos que replantear un poco nuestra propuesta, nuestro producto, porque al fin y al cabo cuando haces una banda es como cuando haces una empresa y tienes un producto que quieres vender y tienes que ver a qué público va destinado y cómo venderlo. Intentar adaptarnos un poco a lo que están haciendo y de esa manera creo que podemos conseguir sobrevivir en el tiempo, pero quejándonos desde el sillón de casa y echándole la culpa a otro, no lo vamos a hacer nunca.
¿Te ha decepcionado mucha gente del mundillo?
He tenido de todo un poco. Hay con gente que me ha llevado decepciones grandes, pero también me han sido lecciones. Yo siempre intento ver el lado de cada persona, tenemos una forma de ser y muchas veces no conectamos. Es cuando se producen los roces. Es verdad que las decepciones me han venido cuando yo he pensado: con esta persona creo que voy a trabajar bien o me voy a llevar muy bien, y de golpe, cuando he empezado a trabajarlo o a conocerlo, me he dado cuenta de que no, de que no existe la química, no existe y ahí es donde me ha venido la decepción. Me ha pasado con gente que he admirado mucho, que respeto mucho dentro del panorama, pero que a nivel personal no ha habido conexión de ningún tipo y la verdad en ese aspecto me hubiera gustado porque son personas que admiro y respeto. Luego me he llevado muchas alegrías también de gente que no me esperaba nada, sinceramente, y me ha sorprendido de lo bien que he conectado a nivel personal con ellos. Y entonces, pues oye, eso siempre también una cosa compensa a la otra.
Vamos a hablar de alguien muy importante en tu vida como es Robert Rodrigo. Si tuvieras que definirlo en pocas palabras ¿cuáles serían?
Dios, sinceramente. Robert es posiblemente uno de los mejores guitarristas del planeta, lo digo así de claro. Rober Rodrigo es un tío que tiene su propio estilo, tiene su propia forma de tocar, tiene su sonido, pero es que encima puede tocar cualquier cosa que le propongas, porque tiene la técnica y la destreza para tocar todo lo que le pidas o se le pase por la cabeza. Yo recuerdo la primera vez que lo vi tocar, dije es imposible, ¿dónde está el truco? No se puede tocar así, y fui a clases con él y me marcó mucho, pero sobre todo lo que más aprendí de él fue a buscar mi camino a intentar sonar como lo que tú quieres escuchar en otro guitarrista, lo que te gustaría escuchar al ponerte un disco en casa, eso es lo que tienes que buscar. Tienes que intentar ser tú. Y eso es quizá la lección más grande que me dio y que aprendí de él.
Además de esta extensa colección de bandas, con sus respectivos álbumes, están tus discos en solitario ¿Cuántos tienes ya?
Pues tengo seis, seis álbumes. Tengo el ‘Castle in the Moon’, que fue el primero que edité, luego ‘Nova Era’, como hemos dicho que se puede catalogar como mi segundo álbum o también podía casi ser el primero o el origen de Nova Era de la banda, luego tengo ‘Sensation’, que fue mi tercer álbum, ‘Forbidden Dreams’, que fue el cuarto, ‘Celtic Land’, que fue el quinto y el último, que es el sexto de Black Rose.
Si tuvieras que quedarte sólo con uno, ¿Cuál sería?
¿Qué dedo me corto que no me duela? Me voy a mojar, porque le tengo mucho cariño a todos los discos, pero en especial le tengo muchísimo cariño a ‘Celtic Land’, por dos motivos. El primero, porque fue el primer disco que pude contar con músicos de la escena celta, de la escena folk, para colaborar en el disco, que curiosamente el que grabó todas las orquestaciones no era gallego, es un el violinista, multi-instrumentista de Celtiberia. Lo conozco desde que es un niño, porque es de Córdoba, y lo tuve claro cuando empecé a hacer el disco, tengo que llamarlo y a ver si le apetece colaborar. Cuando le mandé los temas me dijo: ‘cuenta conmigo, estos temas me encantan, son una pasada’. Creo que marcó un poco el camino que estoy siguiendo ahora de intentar siempre relatar cosas en el disco. El disco está inspirado en el folclore de leyendas celtas, del mundo celta, leyendas de aquí de Galicia, leyendas de las highlands, leyendas de Irlanda. En ‘Black Rose’ me centré más en los relatos de terror o leyendas urbanas.
¿Y de tu extensa carrera en bandas?
Uf, ahí sí que me metes en un
problema. Todos los discos tienen algo, y aparte asocio esos discos con
momentos importantes de mi vida. Te podría decir ‘Semilla del Tiempo’ de
Trilogy porque es el primer disco profesional que grabé y aparte le guardo un
cariño enorme a ese disco. Favoritos de todos los que he grabado con bandas es
el de Ronnie Romero, el ‘Too Many Lies, Too Many Masters’. Ese disco me tiene
totalmente enamorado y a día de hoy lo sigo escuchando y me sigue alucinando.
Nos gustaría que nos contases como se presenta 2025 en cuanto a proyectos, tocar en vivo, giras, etc…
Pues viene movidito, porque se están cerrando bastantes cosas con Brétema. Ahora nos lleva Red Sky Producciones que está Juan Carlos, y la verdad está haciendo un trabajo muy bueno de contratación ya está preparando un calendario bastante cargadito para este año. Con Ronnie también tenemos una gira en marzo en Inglaterra, Países Bajos y Alemania y en abril vamos al Festival de Frontiers y hay alguna cosa más para verano que por ahora no puedo decir. Como José Rubio se están cerrando también bastantes fechas. Va a haber un par de sorpresas que espero anunciar muy pronto que están en el horno. Que está trabajando mi querido Manu. Muy ilusionado por todo lo que se viene en 2025, hay producciones en el estudio muy interesantes, aparte del nuevo disco de Ronnie y nuevo disco de Brétema, que ya lo adelanto, se está empezando a cocinar, de cara a final del próximo año. Puede ser que haya el nuevo disco de José Rubio también, ahí lo dejo. Mucho trabajo, creo que va a ser un año muy fructífero. Para finalizar, vamos a distender un poco la conversación y conocer tus gustos a través del cuestionario rápido de Metal Nostrum que hacemos a todos nuestros invitados y así conocer un poco más sus gustos musicales… en tu caso, pueden ser bandas, o solistas de las seis cuerdas, quien tú estimes…
Banda que te gustaba pero ya no: Normalmente
soy bastante fiel a mi gusto, pero voy a mojarme un poco, Pearl Jam.
Banda sobrevalorada: Pearl Jam. Totalmente de teenagers me gustaba, pero ahora ya reconozco que he vuelto a intentar escucharla en estos últimos años y no puedo con ellos
Banda infravalorada: Te voy a decir una que pienso, en especial por un disco que tiene, que pienso que no se le ha hecho el caso, que es Skull Fist. No sé si los conocéis, son canadienses, aparte estuvieron en Vigo tocando hace unos años. Es una banda así muy speed metal, del underground. Tiene un segundo álbum, ‘Chasing the Dream’, que es una obra maestra. Es increíble, o sea, es uno de los mejores discos de metal que yo he escuchado en mi vida. De los que... De estos discos que te enganchan y lo escuchas en bucle.
Banda que amas Accept:
Banda de culto: Mira, vamos a tirarle a otra banda underground que tengo que reconocer que me gusta mucho, que es Enforcer.
Banda que puedes escuchar una y otra vez: Scorpions
Banda que te hizo enamorarte de la música: Aunque diría de nuevo Accept, pero mira, voy a tirar para España, Medina Azahara.
Banda que cambió tu vida: Warcry.
Banda que te sorprendió: Me ha pasado hace poco con Axel Rudi Pel. Tocamos con ellos en el Pairas, en Alemania. Como guitarrista no entra dentro del típico guitarrista que a mí me gusta. Pero tengo que reconocer que me alucinó el directo que tiene. me dejó alucinado de lo bien que sonaron, el feeling, cómo se llevaron a la gente, o sea, me tuve que coger y decir, todo lo que he podido decir en algún momento malo de Axel Rudi Pen, lo retiro todo, todo, o sea, me cayó la boca por completo.
Placer culposo, alguna banda o artista que nadie pensaría que te gusta: Como buen andaluz, siempre el flamenco, la rumba, todo esto me gusta. Tengo una cierta debilidad por Los Chichos.
Banda que te faltó ver en vivo y te hubiera gustado: Gary Moore.
¿Cuál es el disco más imprescindible en tu colección?: Restless and Wild de Accept. Ese disco no puede faltarme.
¿El mejor disco que has escuchado este año?:Todo lo que saca Eclipse. Que tienen ya su fórmula hechal. curiosamente ha salido un grupo de chicas llamando Dogma y me encantó, tienen que un rollo parecido entre Powerwolf y Ghost, esa parafernalia de cristianismo el libertinaje todo tengo que reconocer que lo que es la música, que fue lo primero que escuché, me sorprendió para bien, porque las canciones me parecieron muy buenas.
Y para despedirnos...
Lo primero sobre todo agradeceros el haber contado conmigo para esta charla de verdad me lo he pasado súper bien y he estado súper a gusto así que de verdad muchísimas gracias por invitar a la gente a que estén atentos a Brétema, a Ronnie Romero, a José Rubio en solitario. Y que estén muy atentos porque va a haber muchas novedades este 2025 y yo creo que va a gustar mucho. Va a gustar mucho lo que va a salir por los tres lados.
SEGUIREMOS GRITANDO: ¡QUÉ NO PARE LA CULTURA, QUE NO PARE LA MÚSICA! ¡QUÉ NO PARE JOSÉ RUBIO!